El movimiento de productos alimenticios en las industrias alimentarias se ve facilitado por las tuberías de acero inoxidable, que se fabrican con acero inoxidable de alta calidad, material que no solo no se oxida, sino que también inhibe severamente el crecimiento de bacterias. Estas tuberías están diseñadas pensando en la seguridad alimentaria, con diseños "higiénicos" que presentan superficies internas lisas, libres de grietas donde podrían quedar atrapadas partículas de alimentos, lo que dificultaría su limpieza. Plantas procesadoras de alimentos, lácteos y cervecerías utilizan estas tuberías.